Martinica Azul
Si su idea de unas excelentes vacaciones involucra imágenes de playas perfectas, entonces la isla Martinica es para usted. En el sur, una gran cantidad de playas de arena blanca se esparcen por el sur de toda la costa del Caribe. Los nadadores apreciarán especialmente la sensación de la laguna aislada de aguas claras a lo largo de la costa del Atlántico sur. Los turistas pueden disfrutar del único y exuberante entorno de las playas de arena negra localizadas en el norte.
La parte norte también es conocida por sus deportes de surf, especialmente en el lado Atlántico donde se puede disfrutar de 10 lugares famosos en el lugar, desde Tartaria a Le Prêcheur. La canoa kayak es una gran manera de descubrir la rica naturaleza de Martinica para explorar islotes únicos que entran a exuberantes manglares. ¡Martinica cuenta con más de 90 sitios de buceo! La temperatura del agua oscila entre los 27 y 30 grados centígrados con una visibilidad excelente y abundante vida marina. Y experimente la nueva atracción en intentar nadar como un delfín o impulsarse en el aire con el Flyboard, un dispositivo que puede impulsarlo hasta 7 metros. ¡Emociones garantizadas!
- Martinica ofrece un entorno magnífico y unas condiciones ideales para practicar vela, windsurf, esquí náutico, kayak de mar, submarinismo, pesca de grandes especies o la moto acuática. Las bahías de Le Robert y de Le François, por ejemplo, son muy apreciadas por los deportistas de todos los niveles, en especial los windsurfistas y más recientemente, los aficionados al kite-surf. Por su parte, los surfistas se divierten con las olas de Le Diamant. Para recorrer la costa y apreciar toda su belleza, los turistas tienen varias opciones: una excursión en el mar a bordo de un catamarán, un circuito en kayak (en el cabo Chevalier), esquí náutico o un paseo en moto acuática.
- Es la región más turística de Martinica, pero también es una opción muy atractiva para aquellos que no conciben pasar sus vacaciones lejos de las playas de arena dorada, de las palmeras y de un mar caliente. El paisaje de postal aquí es total. Hay que visitar en especial la localidad turística de Trois-Ilets, los pueblos de pescadores (Anses-d'Arlets, Grande-Anse-d'Arlet, Le Vauclin…), las calas vecinas pero tan diferentes entre sí de la ensenada Noire y la ensenada Dufour, el puerto de recreo y la iglesia de Le Marin, el pueblo de Sainte-Anne, los cabos Chevalier y Ferré… Son muchos los turistas (¡y los martiniqueses!) que extienden su toalla en la Gran Ensenada de Salines o en la playa de Le Diamant. Varias localidades turísticas, como Pointe-du-Bout, Sainte-Anne, Trois-Ilets o Sainte-Luce, cuentan con establecimientos hoteleros e instalaciones de ocio para acoger a los turistas en las mejores condiciones.
- Martinica: ¡la perla del Caribe submarino! Es una destacada actividad turística ya que el mundo submarino alrededor de la isla es absolutamente espectacular. Hay varios atractivos por descubrir: los barcos hundidos de Saint Pierre, la costa sur pasando por Le Diamant y Trois Ilets. En fin múltiples recorridos para todos los niveles.
- Los transatlánticos y los barcos de recreo son bienvenidos en Martinica. Magníficos yates y veleros están atracados en el puerto de recreo de Le Marin o en la marina de Trois-Ilets. Un nuevo puerto está en construcción: Etang Z'Abricots. Situado en la cara oeste de Fort-de-France, dispondrá de 900 amarres. Además, el alquiler de veleros y barcos está disponible en la isla.
- El gomero es a la vez una embarcación utilizada en el pasado por los indios Caribe y la madera con la que está hecha. Hoy ha sido sustituido por las yolas redondas, que también son unos barcos tradicionales, fabricados por los carpinteros de marina. Durante todo el año se celebran carreras de yolas, con motivo de las fiestas patronales, y los turistas pueden iniciarse a la navegación en esta curiosa embarcación. En agosto, se lleva a cabo la "Vuelta a Martinica" donde las tripulaciones defienden en el mar los colores de su municipio. Un espectáculo lleno de colorido que no se debe perder. Martinica es un fabuloso regalo de la naturaleza. A lo largo de todo el año, los paisajes terrestres y la vegetación increíblemente generosa de la isla ofrecen un verdadero espectáculo, para el deleite de la vista, pero también de los demás sentidos: es siempre un placer disfrutar de los aromas de las flores, de los ruidos del bosque, del chapoteo de las olas y el fragor de las cataratas.
